Unión hizo historia en Belo Horizonte. A pesar de que perdió 2-0 ante Atlético Mineiro, hizo valer el 3-0 del duelo de ida en Santa Fe y avanzó a los 16avos de final de la Copa Sudamericana en su segunda participación en un torneo internacional. El arquero Sebastián Moyano fue el gran sostén del Tatengue, que levantó su nivel en el segundo tiempo para reducir a empuje la búsqueda de su adversario, que quedó a un gol de los penales.
Los dirigidos por Leonardo Madelón jugaron un serio primer cuarto de hora, con concentración y orden en el retroceso, sin permitirle a Atlético la generación de oportunidades de gol. Sin embargo, a los 16 minutos, Otero ejecutó un tiro libre a más de 30 metros del arco, la pelota hizo una parábola extraña y superó la pobre estirada del arquero Moyano (en su única participación deficiente) para poner el 1-0.
Casi inmediatamente, Unión casi logra el empate, pero el intento dio en el palo. Y a los 28, el árbitro Nicolás Gallo sancionó un penal dudoso de Calderón a Rever (que pareció dejarse caer ante el mínimo contacto) y Hyoran lo tradujo en el 2-0, que dejó a Mineiro a tiro de igualar la serie.
Leonardo Madelón, su entrenador, había dicho que era “el partido más importante de mi carrera”. Unión supo hacer valer los goles de Walter Bou, Javier Cabrera y Gabriel Carabajal en la ida. Y dio un paso hacia el sueño de recorrer un camino similar al de Colón, su clásico rival, que en la edición pasada llegó a la final (perdió ante Independiente del Valle).