La ola de contagios de Covid-19 creció y arrasó con el seleccionado argentino femenino de básquetbol. Dos nuevos casos, el de Diana Cabrera y el del kinesiólogo Mario Piñero, más el contacto estrecho de Julieta Mungo derivaron en que el plantel argentino se redujera a solo 5 jugadoras disponibles, dos menos que el mínimo que exige el reglamento. De esta manera, Argentina fue descalificada de la Americup y pierde así también la posibilidad de disputar el próximo Mundial.
Este fue el desenlace de una historia que tuvo su primera mala noticia apenas el equipo llegó a Puerto Rico para disputar el torneo continental. Melisa Gretter y Agostina Burani dieron positivo en los primeros tests y eso dejó afuera del torneo también a Andrea Boquete por contacto estrecho. FIBA habilitó a Macarena Rosset porque ya se había contagiado previamente del virus y tenía los anticuerpos necesarios para estar saludable y poder competir.
Con 9 jugadoras Argentina logró vencer a República Dominicana en el debut y luego perdió en la segunda jornada ante Puerto Rico. Pero la cadena de contagios continuó. La siguiente en la lista fue Victoria Llorente, quien se sumó a las desafectadas junto con su compañera de habitación Julieta Alé. Entonces, FIBA decidió postergar el partido contra Venezuela hasta obtener los resultados de las contrapruebas. La confirmación de los positivos más los nuevos casos determinó que Argentina ya no tuviera el mínimo de jugadoras en el plantel para continuar en la competencia.
A partir de la descalificación, Argentina perdió también la posibilidad de competir por un lugar en el Mundial 2022 ya que la Americup entrega cuatro plazas para los clasificatorios a la cita mundialista.
