Boca Juniors se quedó afuera de la Copa Libertadores en octavos de final al caer por 6 a 5 ante Corinthians en definición por tiros penales luego de empatar 0 a 0 en la Bombonera tal como había ocurrido en los 90 minutos regulares de la semana pasada en Brasil.
De esta manera los «xeneizes» terminaron cayendo, pese a que su arquero especialista, Agustín Rossi contuviera dos de ellos, la misma cantidad que malogró su goleador, Darío Benedetto, uno en el primer tiempo y el otro en esta definición desde los 12 pasos.
El partido se tornó previsible teniendo en cuenta las alineaciones iniciales. Boca plantó a su 11 ideal, mientras que de los habitualmente titulares, el entrenador portugués Vitor Pereira no pudo contar con 7 de ellos por lesiones y casos de Covid positivo: Adson, Willian, Maycon, Gil, Gustavo Silva, Fagner y Renato Augusto.
Boca estuvo entonces obligado a tomar la iniciativa, aunque no sea ese el principal atributo que está empezando a identificar la línea de juego que pretende Battaglia, mientras que los brasileños, con un estilo atípico para los equipos de su país, trataron de plantarse con la mayor solidez posible cerca de su arquero Cassio para tratar de salir de contra si las circunstancias así lo permitían.
Con ese contexto, los locales contaron con las mejores situaciones. Benedetto fue el que estuvo más cerca de romper el cero a cero, pero malogró dos situaciones claras de gol y estrelló un penal contra el poste en el primer tiempo tras un penal sancionado a través del VAR por el árbitro uruguayo Andrés Matonte. Finalizados los 90 minutos con el marcador en blanco, se fueron a los penales.
A Battaglia se le habían reprochado las formas en las que había llegado a definiciones por tiros penales finalmente ganadoras ante Racing Club por la Copa de la Liga Profesional y Talleres, de Córdoba, por Copa Argentina.
En esas oportunidades Boca salió victorioso desde los 12 pasos jugando mal durante los 90 minutos regulares. Esta vez ocurrió todo lo contrario.